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El tábano

¿Por qué ese nombre?

Como un tábano para una caballería poderosa pero indolente, así es Sócrates para la ciudad. ¿Por qué hubo de compararse Sócrates a tan molesto animal?

Seguramente todo estaba ya decidido en la lengua.

Los griegos se servían de dos términos para designar a ese irritante díptero: myops (μύωψ) y oistros (οἶστρος). Las delicias etimológicas de esos dos términos podrían llenar las páginas de un tratado sobre las pasiones.

Pero ya se sabe: en boca cerrada no entran moscas. El tábano filosófico seguramente nos posee y nos hace hablar(o escribir). ¿Acaso no estaba todo decidido en la lengua: eris, eros, eiron. Porque el tábano reúne tanto al eris (la disputa), de donde procede tanto el oistros como su pariente la orgía (la orgé, el orgasmo), que antes de ser venérea designaba la ira, como el eros, el filein de la filosofía, eso que parece olvidado. Y esa ambivalencia es representada por aquel instrumento que Sócrates había robado a la poesía: la ironeia. Asunto de amor, asunto de ira. La cosa es divertida, pero acaba mal. Después de todo la ironía resulta trágica.

No encontraréis fácilmente… de eso se trata, de buscarlo. ¿Hablamos desde la ultratumba? ¿No lo hacemos siempre desde la invención de la escritura? Así parece denunciarlo Sócrates en ese testamento platónico que es Fedro. Pero allí, en presencia del de la cara resplandeciente el estro está contenido… «bajo la sombra de aquellos plátanos y el influjo del sauzgatillo». Y ese si que es un fármaco. Una distancia insalvable pone la letra.

 

La escuela del tábano, entonces, bajo su protección nos ponemos, bajo su enseñanza. Al pie de la letra.

Apología de Sócrates 30 e- 31a

[30ε]
[…] ἐὰν γάρ με ἀποκτείνητε, οὐ ῥᾳδίως ἄλλον τοιοῦτον εὑρήσετε, ἀτεχνῶς—εἰ καὶ γελοιότερον εἰπεῖν—προσκείμενον τῇ πόλει ὑπὸ τοῦ θεοῦ ὥσπερ ἵππῳ μεγάλῳ μὲν καὶ γενναίῳ, ὑπὸ μεγέθους δὲ νωθεστέρῳ καὶ δεομένῳ ἐγείρεσθαι ὑπὸ μύωπός τινος, οἷον δή μοι δοκεῖ ὁ θεὸς ἐμὲ τῇ πόλει προστεθηκέναι τοιοῦτόν τινα, ὃς ὑμᾶς ἐγείρων καὶ πείθων καὶ ὀνειδίζων ἕνα ἕκαστον [31α]
οὐδὲν παύομαι τὴν ἡμέραν ὅλην πανταχοῦ προσκαθίζων.

En efecto, si me condenáis a muerte, no encontraréis fácilmente, aunque sea un tanto ridículo decirlo, a otro semejante colocado en la ciudad por el dios como un tábano a un caballo que, aunque grande y noble pero un poco lento por su tamaño, y necesita ser despertado con el aguijón. Según creo, el dios me ha colocado junto a la ciudad para una función semejante, y como tal, despertándoos, persuadiéndoos y reprochándoos uno a uno, me posaré en todas partes durante todo el día.

For if you put me to death, you will not easily find another, who, to use a rather absurd figure, attaches himself to the city as a gadfly to a horse, which, though large and well bred,is sluggish on account of his size and needs to be aroused by stinging. I think the god fastened me upon the city in some such capacity, and I go about arousing, and urging and reproaching each one of you, constantly alighting upon you everywhere the whole day long.

Versión de Harold North Fowler, Loeb Classic Library, 1914.

Songez-y : si vous me faites mourir, vous ne trouverez pas facilement un autre homme, — je le dis au risque de prêter à rire, — un homme attaché à vous par la volonté des dieux pour vous stimuler comme un taon stimulerait un cheval grand et de bonne race, mais un peu mou en raison même de sa taille, et qui aurait besoin d’être excité. Cet office est celui pour lequel le dieu semble m’avoir attaché à votre ville, et voilà pourquoi je ne cesse de vous stimuler, de vous exhorter, de morigéner chacun de vous, en l’obsédant partout, du matin jusqu’au soir.

Versión de Maurice Croiset, Les Belles Lettres, Paris, 1920.

Materiales auxiliares

MYOPS

Del diccionario etmológico http://etimologias.dechile.net/?miopi.a

 

La voz μύω (myo) se refería orginalmente al abrir y cerrar la boca y procede la raíz indoeuropea mu (sonido hecho con los labios cerrados), de la que proceden también mudo y mote.

 

*mu-

*mū-, murmullo, mu, sonidos hecho con los labios cerrados

Notas:

  1. Esta raíz (*mū-1-) está documentada en la entrada 1338 página 751 de Indogermanisches Etymologisches Woerterbuch de Julius Pokorny. No hay una lista oficial de raíces Proto-Indo-Europeas. Estamos usando a Pokorny, pues es una de las listas más completas y más fáciles de obtener.
  2. Esta raíz está documentada como *mu-1- en el Diccionario Etimológico Indoeuropeo de la Lengua Española (página 110) de Edward A. Roberts y Bárbara Pastor – Primera Edición 1996.

OISTROS

ESTRO

Ivonne Bordelois: Etimología de las pasiones, Libros del Zorzal, Buenos Aires, 2006.