Loader
El Espíritu de la Raza
1271
post-template-default,single,single-post,postid-1271,single-format-standard,bridge-core-2.0.9,ajax_fade,page_not_loaded,,qode_grid_1300,qode-child-theme-ver-1.0.0,qode-theme-ver-19.6,qode-theme-bridge,disabled_footer_top,qode_header_in_grid,wpb-js-composer js-comp-ver-6.1,vc_responsive

El Espíritu de la Raza

El Espíritu de la Raza

De Francisco Caja

¿Por qué la doctrina de la raza se constituye como un elemento esencial del nacionalismo como religión política?

El pensamiento político fascista y nacionalsocialista no puede juzgarse en términos de la teoría política tradicional. Apenas tiene elementos en común con sistemas racionales y lógicamente construidos como los de Hegel o Marx […]. Los propios fascistas describieron su pensamiento político más como una ‘actitud’, que como un sistema; en realidad, era una teología que proporcionaba un marco para el culto nacional.” Y en la construcción de ese “culto nacional” la doctrina de la raza iba ha desempeñar una función central. Pero para desentrañar ese nudo doctrinal, “nación y raza”, es necesario, en primer lugar, deshacer algunos malentendidos que han dificultado su comprensión. Pues para comenzar a hablar de la doctrina de la raza, de sus orígenes y desarrollo o, si se prefiere, de la historia de su concepto y no extraviarse irremediablemente, debemos situarnos en las interioridades de lo que el citado, George Mosse, ha llamado el “misterio de la raza”. Sólo así podremos comprender que el nacionalismo, como religión política, tenga el racialismo como núcleo doctrinal. Porque la doctrina de la raza no ha sido y no es sino una doctrina política que niega el principio de igualdad (política, esto es, ante la Ley) de los seres humanos.

Para seguir leyendo…