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La Fotografía entre Benjamin y Wiertz
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La Fotografía entre Benjamin y Wiertz

La Fotografía entre Benjamin y Wiertz

Traducción de Francisco Caja ©

«In diesem Sinne, und nur in ihm, läßt sich der imposanten Begrüßung, mit der im Jahre 1855 der ungeschlachte Ideenmaler Antoine Wiertz der Photographie entgegenkam, auch heut noch ein Sinn abgewinnen. »Vor einigen Jahren ist uns, der Ruhm unseres Zeitalters, eine Maschine geboren worden, die tagtäglich das Staunen unserer Gedanken und der Schrecken unserer Augen ist. Ehe noch ein Jahrhundert um ist, wird diese Maschine der Pinsel, die Palette, die Farben, die Geschicklichkeit, die Erfahrung, die Geduld, die Behendigkeit, die Treffsicherheit, das Kolorit, die Lasur, das Vorbild, die Vollendung, der Extrakt der Malerei sein … Glaube man nicht, daß die Daguerreotypie die Kunst töte … Wenn die Daguerreotypie, dieses Riesenkind, herangewachsen sein wird; wenn all seine Kunst und Stärke sich wird entfaltet haben, dann wird der Genius es plötzlich mit der Hand am Genick packen und laut rufen: Hierher! Mir gehörst du jetzt! Wir werden zusammen arbeiten.»

Walter Benjamin, Gesammelte Schriften, II-I, p. 384

«En este sentido, y sólo en él, puede hoy extraerse todavía un sentido a la salutación imponente con la que el descomunal pintor de ideas Antoine Wiertz recibió en el año 1855 la fotografía. «Nos ha nacido, de pocos años aquí, una máquina, honor de nuestra época, que día tras día es causa de asombro para nuestro pensamiento y de espanto para nuestros ojos./ Antes de un siglo, será esta máquina el pincel, la paleta, los colores, la habilidad, la experiencia, la paciencia, la destreza, la precisión, el colorido, el barniz, el modelo, el acabado, el extracto de la pintura. […] Que no se piense que el daguerrotipo mata el arte. […] Cuando el daguerrotipo, ese niño gigante, haya crecido, cuando todo su arte y toda su fuerza se hayan desarrollado, entonces el genio lo cogerá súbitamente del pescuezo y gritará muy alto: ¡Ven aquí!, ¡me perteneces! Vamos a trabajar juntos.»

Benjamin hace referencia aquí a un texto de Antoine Wiertz, «La Photographie»,  publicado originalmente en Le National, junio de 1855 y recogido en Antoine Wiertz: Oeuvres litteraires, V. Parent et fils, Bruxelles, 1869, pp. 309-310, que es de donde lo toma Benjamin y cuyo original y su correspondiente traducción ofrecemos aquí:

LA PHOTOGRAPHIE

1855

Voici une bonne nouvelle pour’ l’avenir de la peinture.

L’art, comme on sait, se divi.se en deux parties, la partie matérielle et la partie intelligente.

Des peintres s’attachent à la partie matérielle seulement et rendent admirablement une robe de satin. D’autres s’attachent à la partie intelligente ; ils inventent, composent, dessinent et semblent ignorer le rendu.

Le peintre qui rend bien, c’est le maçon qui construit ; l’autre, c’est l’architecte qui invente el compose. L’architecte et le maçon en peinture sont en présence d’un grand événement. Cet événement sera pour l’architecte un sujet de joie, pour le maçon un sujet de désespoir.

Il nous est né, depuis peu d’années, une machine, l’honneur de notre époque, qui, chaque jour, étonne notre pensée et effraie nos yeux.

Cette machine, avant un siècle, sera le pinceau, la palette, les couleurs, l’adresse, l’habitude, la patience, le coup-d ’œil, la touche, la pâte, le glacis, la ficelle, le modelé, le fini, le rendu.

Avant un siècle, il n’y aura plus de maçons en pointure : il n’y aura plus que des architectes, des peintres dans toute l’acception du mot.

Qu’on ne pense pas que le daguerréotype tue l’art. Non, il lue l’œuvre de la patience, il rend hommage à l’œuvre de la pensée.

Quand le daguerréotype, cet enfant géant, aura atteint l’âge de maturité ; quand tonte sa force, toute sa puissance se seront développées, alors le génie de l’art lui mettra tout à coup la main sur le collet et s’écriera: «A moi ! tu es à moi maintenant ! Nous allons travailler ensemble,

Ce que je viens dire, je le disais déjà il y a dix ans.

Je me souviens qu’à ce propos quelqu’un lit celle réflexion : Les productions daguerriennes ne pourront jamais atteindre les dimensions de la nature. A quoi je répondis qu’elles arriveraient certainement à ce résultat.

Ce que je prédis alors vient d’arriver. M. Plumier, noire habile photographe, un de ces hommes de la race des esprits chercheurs qui honorent quelquefois leur pays par quelque découverte, M. Plumier vient d’inventer le moyen de produire des dessins photographiques représentant des objets grands comme nature ! De plus, le moyen nouveau est tel qu’il peut à volonté reproduire dans toutes les dimensions imaginables…

Intelligence humaine, marche toujours ! va, marche !

LA FOTOGRAFÍA

1855

He aquí una buena noticia para el porvenir de la pintura.

El arte como es sabido, se divide en dos partes, la parte material y la parte inteligente.

Hay pintores que se dedican únicamente a la parte material y reproducen admirablemente un vestido de satén. Otros se dedican a la parte inteligente, inventan, componen, dibujan y parecen ignorar la reproducción.

El pintor que reproduce bien es el albañil que construye, el otro es el arquitecto que inventa y compone. El arquitecto y el albañil en pintura están en presencia de un gran acontecimiento. Este acontecimiento será para el arquitecto un motivo de alegría, para el albañil un motivo de desespero.

Nos ha nacido desde hace pocos años una máquina, el honor de nuestra época que cada día asombra nuestro pensamiento y estremece de espanto nuestros ojos.

Antes de un siglo esta máquina será el pincel, la paleta, los colores, la habilidad, la experiencia, la paciencia, la destreza, la precisión, el colorido, el barniz, el modelo, el acabado, el coup d’oeil, el toque, la pasta, la veladura, el truco, el modelado, el acabado, el parecido.

Antes de un siglo no habrá ya más albañiles en pintura: sólo habrá arquitectos, pintores en toda la acepción de la palabra.

Que no se piense que el daguerrotipo mata el arte. No, mata la obra de la paciencia, rinde homenaje a la obra del pensamiento.

Cuando el daguerrotipo, ese niño gigante, haya alcanzado la madurez; cuando toda su fuerza, toda su potencia se hayan desarrollado, entonces el genio del arte lo cogerá súbitamente del pescuezo y gritará: ¡Ven aquí!, ¡ahora me perteneces! Vamos a trabajar juntos.

Lo que acabo de decir, lo decía ya hace diez años.

Me acuerdo de que sobre este asunto alguien hizo esta reflexión: Las producciones de Daguerre no podrán alcanzar nunca el tamaño natural. A lo que respondí que con toda seguridad lo lograrían.

Lo que predije acaba de suceder. M. Plumier, nuestro hábil fotógrafo, uno de esos hombres de la raza de investigadores que honran su país con algún descubrimiento, M. Plumier acaba de inventar el medio de producir dibujos fotográficos que representan objetos ¡a tamaño natural! Además, el nuevo medio es capaz de reproducir a voluntad en todas las dimensiones imaginables…

Inteligencia humana ¡avanza siempre! ¡anda, camina!